lunes, 27 de noviembre de 2006

Hickory, hickory, dock... You can suck my...

Ahora que Sacha Baron Cohen ha reactivado el mundo del "gross humor" con su antológica Borat, un pequeño recordatorio a uno de los pioneros del género: Andrew Dice Clay.


Famoso por sus rimas irreverentes basadas en canciones infantiles de la tradición sajona o por sus brutales interacciones con el público en la que mediante sangrantes improvisaciones hacía a más de uno arrepentirse de haber pagado por entrar al espectáculo; Anrew Dice Clay siempre será para mí uno de los grandes. No respataba ni a los blancos, ni a los negros, ni a los discapacitados, ni a los atletas, ni a los viejos, ni a los jóvenes... En definitiva no se respataba ni a sí mismo, y eso le hacía grande.


Cabe destacar como uno de los logros más importantes de su carrera cuando llegó a llenar el Madison Square Garden en una de sus noches más gloriosas, espectáculo que se llegó a editar en un doble cassette de los que marcan una época con el nombre de Dice Rules en 1990.



Un año antes fue el encargado de presentar los MTV Awards y se limpió literalmente el culo con el guión, ya que debido a sus salidas de tono y bromas de mal gusto llegó a ser censurado en directo. Cabe decir que ese incidente supuso el principio del fin de su carrera, ya que fue nombrado persona non grata por el canal y se ganó la antipatía de muchos mandamases del medio.



Muchos recordaréis también su película "Las aventuras de Ford Farlane, el detective rockanrolero", en la que tuvo que rebajar sustancialmente el tono de sus gags, pero aún así tenía su gracia. Por cierto, el doblaje al castellano apesta.



Pues bien, hasta aquí mi homenaje a uno de los loosers más cachondos que ha parido el stand up comedian system americano,




Dice Rules!!!!

2 comentarios:

Hugo dijo...

No l'he tornada a veure des de que ho vaig fer al desaparegut cinema Catalunya (els seients més còmodos del món), quan era un crio...
M'agradaria respescar-la, segur que pillaria molt més gags.

Ruben dijo...

Si la pots aconseguir en versió original, val la pena. A la versió doblada es parla de l'Alaska i d'altres artistes espanyols i et perds les veritables bromes rockeres. El dolent és el gran Robert "lagarto bueno- freddy" Englund,que ho fa de conya. El que sí et recomano son els seus directes de finals dels 80 i principis dels 90. Són dinamita pura.