El otro día cayó en mis manos por casualidad esta edición del clásico del humor negro Crímenes Ejemplares. Sencillamnete aluciné. Páginas en negro, papel semi-satinado, texto en blanco... Todo un ejemplo de buen gusto a la hora de editar un clásico de manera original.
Y del texto, ¿qué decir? Pues que es imprescindible para todos aquellos que amen a Buckowsky, Cortazar o cualquiera de los escritores malditos que hacen uso del humor menos convencional.
Un auto-regalo ideal.
jueves, 15 de febrero de 2007
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