White Chalk: PJ Harvey se desnuda.

Quien busque otro "Rid Of Me" o equivalente con cualquier obra de la diva se equivoca. En esta maravilloso trayecto de once estaciones que nos traza nuestra amada Polly Jean, se nos muestra sin ninguna barrera, a cara descubierta, con su voz/theremin dando tanto de sí que cuesta definir alguna de las notas que ejecuta; y con el simple apoyo de su piano y la genial percusión de Jim White (Dirty Three). De esta manera vemos el lado más cálido de nuestra musa, para luego adentrarnos en el frío de lo más oscuro de sus entrañas. Y durante el viaje Polly se pone trascendental, rara, etérea, genial, surreal, marciana, mística... No estoy seguro si es el disco ideal para una cena romántica, una sesión de sexo bizarro a lo "Eyes Wide Shut" o es una enorme nana post-moderna para que se duerma con mucho estilazo mi futuro hijo...



Quien estuvo en el Summercase ya pudo catar alguna de las delicatessen del álbum. ¿Recordáis?