jueves, 31 de mayo de 2007

Y Kitt no vino a rescatarlo...

También a petición de mi colega Tarantino de St. Cugat, documento carroñero e inmoral, pero al mismo tiempo sobrecogedor. Cuando el brillo de las luces de neón se apaga solo queda decadencia...



Evidentemente la red está plagada de parodias.





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